Colas ‘kilométricas’ rodeaban cada acceso de entrada al estadio Vicente Calderón. Cientos de efectivos de la Policía Nacional asistida por Policía Municipal cacheaba espectador por espectador a cada uno de los aficionados que se armaban de paciencia en largas colas llegaran por donde llegaran al feudo rojiblanco.
A pesar de lo tedioso de la espera, reinaba la comprensión entre los colchoneros. Las bajas temperaturas reinantes y el retraso para acceder al perimetro del campo son dos incomodidades evidentes pero la recién adquirida sensación de necesitar extremar todas las precauciones hicieron buena la espera. Toda precaución es poca si es por sentirse seguros en el Vicente Calderón
Fotografía: Twitter @enniosotonaz
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