Dicen que a la tercera siempre va la vencida y, a falta de encontrar un principio científico demostrable, el Atlético de Madrid quiere convertirlo particularmente en un teorema justificable. La eliminación del Bayern de Munich en las semifinales ha convertido al equipo rojiblanco en el primer finalista de la Champions League 2015/16, certificando su presencia en el Stadio Giuseppe Meazza de Milán para el sábado 28 de mayo y garantizando su tercera participación en la historia en esta competición europea.
Tras superar la fase de grupos como primero y salir victorioso de la ruta de los campeones — eliminando en octavos al PSV Eindhoven, campeón de la Eredivisie 2014/15, al Fútbol Club Barcelona en cuartos, campeón de la Liga BBVA 2014/15, y al Bayern de Munich en semifinales, campeón de la Bundesliga 2014/15 – el Atlético de Madrid tiene — a falta de conocer a su rival en Milán — ante sí la oportunidad de cambiar el desenlace de su historia europea levantando lo que sería ‘La Primera’ en su palmarés.
San Siro se convierte en la parada más cercana en la que el Atlético de Madrid tratará de cambiar su sino. Será su tercera final de Champions League después de ser vencido por el Bayern de Munich en la edición 1973/74 y por el Real Madrid en la edición de 2013/14. Dicen que al Atleti se le debe una en Europa por las fatalidades del destino pasado pero el fútbol es un cruel moroso que rara vez paga sus deudas, por lo que Diego Pablo Simeone apostará por espantar los fantasmas del pasado y reducir el duelo definitivo a 90 minutos antes de tocar la gloria.
PASADO PISADO
La primera ocasión en la que el Atlético de Madrid llegó a una final de la Champions League fue en la edición de 1973/74 y lo hizo tras eliminar al Estrella Roja de Belgrado en cuartos de final y al Celtic de Glasgow en una semifinal que pasará a la historia por el árbitro Dogan Babacan antes de medirse al Bayern de Munich en el duelo decisivo. Con el argentino Juan Carlos Lorenzo en el banquillo y con referencias absolutas como Gárate, Adelardo, Luis Aragonés y Ufarte, entre otros, el equipo rojiblanco se midió a un Bayern que era media selección de Alemania y que a la postre se convertiría en campeona del mundo en el Olímpico de Munich.
Heysel vivió un partido de tu a tu, donde las fuerzas se igualaron y necesitó de la prórroga para conocer al vencedor. Los colchoneros rozaron la ‘Orejona’ cuando Luis Aragonés convertió de forma magistral, como todo lo que hacía, un libre directo a falta de siete minutos para el final pero el sueño se esfumó por medio de un zapatazo de Schwarzenbeck cuando el encuentro tocaba a su final. Por aquella época no existían las tandas de penaltis y dos días más tarde se celebró un partido de desempate en el mismo escenario. Los alemanes arrasaron por 4-0 gracias a los dobletes de Hoeness y Müller y el Atlético se quedó cariacontecido de por vida.
La oportunidad de redimir aquella cicatriz llegó a los 40 años después con una final en Lisboa que lo midió al Real Madrid. En su regreso a la Champions League, Simeone condujo al Atlético hasta la final tras dejar en la cuneta a equipos como el Barça o el Chelsea. Al igual que en Heysel, los colchoneros, sin Diego Costa ni Arda Turan en el once por lesión, se adelantaron por medio de Godín y rozó con la yema de los dedos el trofeo hasta que Sergio Ramos, con un cabezazo en el 93, forzó una prórroga. Ahí, el Atlético no pudo competir por falta de fuerzas y el Real Madrid decantó la balanza a su favor con tres goles más.
Fotografías: Laurence Griffiths/Getty Images | UEFA Champions League | Filippo Monteforte/AFP/Getty Images | Fotografía: Lukas Barth/AFP/Getty Images.