MUNDIAL SUB-20. Uruguay pasa como primera de su grupo, con Nicolás Schiappacasse siendo titular en los tres duelos y marcando un gol en la fase de grupos.
Nicolás Schiappacasse sigue de dulce con su selección. Y es que tras alzarse con el Sudamericano sub-20, ahora Uruguay presenta su candidatura al Mundial de la categoría. Las lesiones de Waller y Amaral lo harán más complicado, pero la selección de Fabian Coito sigue con paso firme tras dos victorias y un empate en sus tres partidos de grupo.
Schiappacasse arrancó el Mundial contra Italia jugando en banda izquierda, como extremo, recuperando así la posición a la que acostumbraba en el primer equipo de River Plate, dejando a Ardaiz como único punta. Ahí perdió presencia en el área el charrúa rojiblanco, pero ganó en disparo desde lejos y de sus botas nacieron las dos mejores ocasiones del partido (ambos con sendos paradones del portero azzurro). Al final, un gol de falta de Amaral dio la victoria a la celeste por la mínima (1-0). Jugó todo el partido.
Para el segundo envite, ante Japón (2-0), Schiappacasse recuperó la posición de delantero centro. Fue él quien abrió la lata ante los asiáticos, con un gol de calidad y habilidad dentro del área tras una buena jugada grupal. Japón se creció en la segunda parte y mereció más, pero Uruguay resistió hasta el final y en el descuento logró doblar la ventaja. Schiappacasse fue sustituido en el minuto 79.
GOOOOOOOOOOOOLAZO de Uruguay. Jugadon previo de @PumaRodriguez04, Nicolás Schiappacasse elimina a un rival y la pone contra el palo. pic.twitter.com/L3Bzd8lkXL
— Diego Gard (@diepanda_13) 24 de mayo de 2017
El último duelo de grupo, ante Sudáfrica (0-0), fue un trámite. Uruguay reservó fuerzas y fue con el freno de mano echado. El del Atlético volvió a ser la referencia arriba durante los 86 minutos que estuvo en el césped y, aunque tuvo opciones de marcar, no estuvo fino. Uruguay ha sido primera de grupo y sigue con paso firme en busca del doblete. Schiappacasse es jugador capital de la selección, aunque a veces su desgana, esa sensación de que la historia no va con él, crispa los nervios de la afición charrúa, que le exige jugar siempre enfadado para rendir a mejor nivel.
Fotografía: Etsuo Hara/Getty Images.